sábado, 28 de agosto de 2010

Mini Historia Ganadora XII Viernes Creativo


Sofía Morán Russi y Nuria Más Baos: "Antes de que naciera tenía una mamá gorda y un día íbamos a cruzar el paso de cebra y me morí y entonces volví a nacer con una mamá llamada Ángela Russi."

Últimas Historias No Ganadoras XII Viernes Creativo

MCarmen Abraham: "Apareció en mi vida un 1º de agosto, temeroso y desconfiado, buscando algún tipo de refugio, esa no era su casa pero poco a poco descubrió que podía convertirse en un buen hogar, le habían regalado una familia. Él no sabía que iba a ser uno de los seres más importantes de una niña de 12 años, iba a convertirse en su mejor amigo, su compañero de juegos, su hermano. A esa niña le enseñó la libertad, el compañerismo, la lealtad y el amor incondicional. Hoy esa niña tiene 25 años y sigue echando de menos a ese ser que nunca la decepcionó. Charli te echo de menos, tu amiga para siempre: MCarmen."


Rosa María Abraham: "Érase una vez, una noche calurosa en la que tenías que descansar. No querías. En su lugar querías ir de fiesta, pero lo único que te ofrecí fue mi cariño en el salón del aire acondicionado. Jugamos, reímos, vimos la tele y poco a poco después escuchamos música y bailamos. Finalmente, muy cansado, conseguiste dormir. Buenas noches chiquitín. Sueña con todo lo bueno que tiene la vida."

viernes, 27 de agosto de 2010

Mini Historia Ganadora XI Viernes Creativo


Maribina Ávila: "En nuestro día de trabajo normal y rutinario en el hotel, por la madrugada, un cliente bajó a pedir una copia de la llave de su habitación totalmente desnudo y ahora explico el por qué...Entre tanta borrachera este señor se despertó exhausto e indispuesto y entre las prisas de sus incontingencias se confundió de puerta y en lugar de encontrarse en su agradable y reconfortable inodoro se encontró con un frío y oscuro pasillo del hotel... no quedando más remedio que bajar a la recepción y en su viaje por el ascensor...no pudo más ...y con una mano por delante y otra por detrás se vio en la recepción a los gritos pidiendo perdón."

jueves, 19 de agosto de 2010

Mini Historia Ganadora X Viernes Creativo


Osvaldo Marconi: "Resulté víctima de un atraco. Pero no fue un atraco común. Íbamos caminando con mi señora por la Plaza España y a plena luz del día cuando de repente siento un escupitajo sensacional en mi calva cabeza. Sorprendidos comenzamos a mirar para todos lados desconcertadamente y en ese momento se acercan dos mujeres, que luego me di cuenta que estaban disfrazadas, con gafas de sol y pelucas y nos dicen que el escupitajo vino de arriba, de algún fantasmagórico apartamento, balcón u oficina. En este momento nos llevan por delante 2 hombres muy bien vestidos con trajes de empresarios y carpetas que nos anunciaban la dirección del escape del culpable pero que con el desconcierto no les hicimos demasiado caso. No me preguntéis cómo pero terminamos sin la cartera que yo llevaba en el bolsillo trasero del pantalón, sin el móvil que tenía en el otro bolsillo, sin las monedas sueltas y sin las gafas de mirar de lejos que tenía en la mano y que me quité bruscamente cuando sentí mi cabeza sucia. Y mi mujer con su bolso tajeado por debajo y semivacío. Las cuatro personas estaban confabuladas y como por arte de magia desaparecían entre la multitud. A pocos metros de allí encontramos la cabellera de una de las damas tirada en el suelo y una moto que salía rápidamente del lugar y con sarcasmo nos gritaron: “Pelado! Buscate en You Tube!”

domingo, 8 de agosto de 2010

Mini Historia Ganadora IX Viernes Creativo


Paloma Etchevarría: "Siempre lo habían tratado de imbécil o le habían tenido indiferencia. Sus padres, parientes, primos y amigos..hasta los desconocidos. Le aniquilaron la autoestima y le pulverizaron la personalidad. Tuvo una infancia temerosa e insegura, sin una orientación paternal en la que apoyarse en la adolescencia para saber si hacía bien o si hacía mal, si debía decir que sí o si decir que no. Luchó, luchó mucho y también sufrió mucho. Pero las cosas y las personas cambian, mutan, se transforman, a veces como por arte de magia. Escuchó su interior...su intuición, se enfrentó a sí mismo y allí encontró el camino. Este hombre era muy humilde y voluntarioso, creativo y sensible, solidario y paciente, hermoso y un excelente estudiante. Se esmeraba por agradar pero no lograba el reconocimiento de su entorno más íntimo. Se culpaba y preguntaba por qué una y otra vez y no hallaba la respuesta. Y la vida lo premió. Después de muchos años de tristeza y esmero, abatido y abstraído se encontraba en el autobús que le llevaba su trabajo rutinario y aburrido, con su rostro pegado en el cristal. Cuando llegó a su trabajo lo esperaba un sobre. Alguien, un desconocido, le había elegido entre muchos otros para dejarle una pequeña fortuna que le ayudaría a ser un poco más feliz. Quién diría que a un desgraciado le tocaría esta bendición. Atónito, no se lo podía aceptar porque no se lo merecía, creía. A logrado hacer crecer ese dinero poco a poco y ahora es un multimillonario que vive en una caravana recorriendo el mundo con su familia. Él ahora disfruta cuando la misma gente de aquella época le sigue tratando de la misma manera. O cuando las personas con las que trata ahora lo prejuzgan o ironizan. Los observa, los contempla. Quién es realmente el imbécil piensa...no hace falta contarles la verdad porque se ofenderían, les insultaría...se muerde la lengua y ríe. Por qué la gente subestima tanto a los demás? Todos valemos por lo que somos, todos somos interesantes y todos tenemos magia para transmitir...uno no puede juzgar gratuitamente, no conocemos el pasado de las personas ni somos dueños de su forma de actuar. Comprendamos más, seamos fieles a nosotros mismos y sigamos nuestra intuición."

martes, 3 de agosto de 2010

Historia Ganadora VIII Viernes Creativo



Luis Izzi: La nueva.

"Cuando nació mi hermana Eugenia yo tenía 5 años. Nadie tuvo el detalle de preguntarme si yo quería una hermana, ni de conocer mi opinión respecto a tal acontecimiento. No. Simplemente todos daban por sentado que yo estaba más feliz que unas castañuelas de tener que compartir el reino de mi casa con eso a la que todos llamaban "tu hermanita" y que yo me imaginaba como a Gizmo, blandito, rosado, peludito, siempre con hambre, y que por alguna extraña y misteriosa causa, cuando estuviéramos solos, se convertiría en un mostruo destructivo que se cargaría mi colección de cochecitos y que me metería el dedo en los ojos y vomitaría sobre mi sandwich de jamón. Y así fue. Eugenia llegó a casa envuelta en una manta rosa y yo estaba convencido de que todos los adultos habían sufrido simultáneamente una extraña enfermedad porque se volvieron gilipollas. En vez de hablar hacían ruidos como Agoooo, Ohhhh, cuchi, cuchi, cuchi...Seguro que era un virus. Además, subí de categoría prácticamente de inmediato. A penas "ella" pasó por la puerta. Por arte de magia dejé de ser un pequeñajo y me convertí de golpe en el "hermano mayor", cosa que al principio me hizo gracia pero después vi que no tenía más que desventajas.
- Y por qué ya nadie le pone mermelada a mis tostadas y tengo que meter el dedo en el bote pringoso??
- Y por qué no vienen corriendo cuando lloro y tengo mocos por toda la cara??
Y lo peor era que ya nadie jugaba conmigo hasta que ese renacuajo no se quedaba dormida, despatarrada como un cerdito rosado, patas arriba después de zamparse esa botella de leche asquerosa (...un día probé un poquito a escondidas...puajjj!) y bastaba que yo me pusiese a jugar para que ella empezara a llorar y yo no dejaba de sorprenderme de cómo ese bicho pequeño podía llorar tanto...y además, sin lágrimas...cómo se hace eso? Por supuesto, yo siempre avisaba: -Mamá...papá..la nueva está llorandoooo.
Para entonces ya estaba totalmente convencido de que eso de tener una hermanita no había sido una buena idea. Y para cuando el salón de mi casa, el pasillo, el baño y casi todo el resto de la casa que yo utilizaba como pista de aterrizaje, campo de batalla y circuito de rally empezaron a estar llenos de peluchitos rosas, lacitos, muñequitas y demás mariconadas, yo ya estaba abriendo el armario en busca de la maleta de irse de viaje para meter allí mis cochecitos e irme a vivir a la casa de Tía Pepi.
Tía Pepi tenía un gato gordo con ojos de asesino en serie, pero al menos no vomitaba ni estaba todo el día haciendo cacas. Con la maleta hecha y el triciclo a un lado me planté frente a la puerta y anuncié mi partida.
- Pero Luisito ... si nosotros os queremos a los dos por igual...además, ya verás como en muy poco tiempo podrás jugar con ella y será muy divertido...iremos al parque y os podréis columpiar juntos y en la playa haréis castillos de arena...y...
De momento los argumentos no me convencían. Eso de "en muy poco tiempo" me sonaba más lejano que la nave de Star Wars y mi madre más perdida que Chewbacca en una peluquería. Pero volví. Entre otras cosas porque hacía un frío que pelaba y porque el olor a patatas fritas que salía de la cocina ejercía un irresistible poder sobre mí. Decidí darle otra oportunidad al renacuajo, tomando distancias eso sí cuando hacía esos eructos que parecían provenir del centro de la tierra porque ya había aprendido que venían acompañados de una erupción de vómitos de leche asquerosa. Con el tiempo aprendí también que podíamos compartir a los padres, a los abuelos y a la Tía Pepi y ella aprendió que al territorio de mis cochecitos no ingresaría never/ nunca/ jamás...so pena de quedarse sin los cuatro pelos locos que tenía en su cabezota.
Hoy, exactamente once años y muchas bataliitas después, ya tenemos los territorios más que definidos y cada día van desapareciendo más y más trocitos de frontera. Estoy empezando a creerme lo que siempre dicen mis padres y la Tía Pepi. Por todos los años compartidos, por los cochecitos que me rompió, por las muñecas que le descuarticé, tendremos siempre una historia común que es como un lazo invisible. Hoy, en el día de su cumpleaños, aunque no la vea, seguramente ella está pensando lo mismo."

domingo, 1 de agosto de 2010

Historias No Ganadoras Parte VIII

Sandra Serrano: "Desde que empezó nuestra historia, mi vida entera ha sido un sueño. Todo lo que siempre he querido hacer o he deseado vivir, lo ha hecho realidad. Y realmente desde el primer minuto que estuvimos juntos, todo se convirtió en un sueño hecho realidad. Fue el viaje soñado, el regalo soñado, la cena soñada y lo más importante, la compañía soñada. Pero de toda mi vida de sueños que llevo desde ese día hasta hoy, lo que nunca pensé que haría es visitar la ciudad de los canales y del amor. Viviendo como vivimos en Europa, no es tan difícil poder ir a pasear por sus fantásticas calles, pero siempre me había parecido una ciudad de cuento de la que nunca podría disfrutar. Y él cumplió mi sueño y me hizo el mejor regalo del mundo, soplar una vela de cumpleaños en un dulce de pistacho veneciano."


Manuela Herrero: "No sabía si estaba soñando o era realidad. Desde el momento en que caí al suelo todo cambió para mí. Sólo veía oscuridad pero podía oir los sonidos que venían de fuera. Cuando me levantaron del suelo comencé a ver cosas que nunca antes había visto. Un pasillo largo con muchas puertas que se abrían y cerraban contínuamente y voces que me decían :entra, entra aquí! Y corría para llegar al final de aquel pasillo pero cada vez era más largo, mi angustia era terrible. Cuando volví a recobrar el conocimiento supe ciertamente dos cosas: jamás discutir sobre el más allá ni montar en bicicleta."


Juanma Sánchez: RASSEL LA CARRACA SOLITARIA

"Apareció sobre una mesa de Tiergarten, cerca de Puerta de Brandenburgo, desvanecida, plácida y solitaria, denotaba cual era su sentido de existir.

Seguramente fue abandonada o prefiero pensar, olvidada por algún individuo alemán, dada la festividad y fervor que se vivía en ese preciso momento en la capital alemana por el resultado obtenido por su selección ante la selección argentina.

Un grupo de españoles en apariencia, le dieron un respiro esperanzador, a ella, una carraca solitaria. Al percatarse de su mísera soledad sobre la mesa de madera nórdica, optaron por adoptarla y llevarla consigo mismo.

La Carraca (Rassel), en ese momento entró en un orgasmo de felicidad carraqueando sin cesar sobre una bicicleta a todo alemán que pasaba celebrando el triunfo del partido. Fue entonces cuando la carraca sacó con gran esplendor sus colores; negro, rojo y gualdo a medida que giraba y giraba y la brisa cálida de la tórrida tarde de verano sesgaba sus engranajes ofreciendo a todo el que pasaba a su vera, su cante melódico.

De pronto Rastche presenciaba de nuevo su trágico destino; quedar en el olvido.

Mientras los españoles en apariencia, se apresuraban en aparcar, atar y asegurar sus bicicletas, Rassel se mantenía solitaria sobre la gravilla de la "Strasse" y notaba como aquellas piedrecillas punzantes hacían mella sobre su suave y tratada madera. De pronto, una voz de los humanos surgió con un –Juanma te olvidas la Carraca!- Nuevamente un rayo de luz iluminada a Rassel, había tenido suerte, por esta vez no iba a quedar en el olvido y quizás su destino, como consecuencia su futuro empezaba a cambiar.

Cervezas, cigarros, cervezas…bajo una gran cúpula sujeta a unos edificios vidriados y desplazados gracias a las técnicas de ingeniería alemanas, fueron los escenarios premonitorios al gran desenlace.

Como todo mundial no sólo se disputaba un partido al día. A la victoria germana acompañaría otro gran acontecimiento por parte de la Roja. Tal era la importancia del acontecimiento a seguir (ver el partido Paraguay-España) que los 4 humanos tomaron las calles de Mitte, atravesando FriedrichStrasse a gran velocidad. El estatus social de Rassel había sufrido un gran retroceso. Los momentos de bellas vistas despejadas, ventiladas y soleadas como las de un gran trasatlántico habían dado lugar a las húmedas, sofocantes y oscuras paredes de un bolsillo de pantalón, que a duras penas podía asomar sus finas láminas y ver como el sol descendía y se perdía en el horizonte.

De repente un fortísimo impulso, una sacudida inesperada, irrumpió en la frenética escapada de los humanos hacia el M-Hostel para poder presenciar el ansiado partido.
Rassel volaba por los aires como gavilán liberado y un estruendoso golpe en seco alertaba a los humanos del fatídico final de Rassel.
Rassel yacía solitaria ante la miradar, indiferente del grupo de humanos y contemplaban en ese preciso momento como Rassel agonizaba y menguaba en el horizonte del asfalto tórrido de VolBstraBe.

De esta forma Rassel volvió a sus inicios, a su destino, la soledad. Soledad y silencio, soledad y tristeza, soledad…

Moraleja: Hay objetos, personas y vidas predestinadas a ser solitarias."


Neus Ventayol: "A los 15 años fui de viaje de estudios a Barcelona. Fue cuando me enamoré de esa ciudad y decidí que acabaría viviendo allí. De los 15 a los 18 estuve planeando mi vida en la ciudad Condal, pasando los días hasta que salieran las notas de la selectividad y me pudiera ir a estudiar allí. Salieron las notas pero la mía no fue suficientemente alta para acceder a algunas de las Universidades de Barcelona. Entristecida, irme a vivir a la otra punta de España, Cádiz. Intenté centrarme en los estudios y en la nueva ciudad que me acogía. playa, carnaval, desparpajo...pero Barcelona seguía en mi mente. Al cabo de unos años decidí volver a intentar el acceso a la Universidad de Barcelona...pero no pudo ser....Al año siguiente lo volvía intentar y ... lo conseguí!!" Y fue en Barcelona donde pasé los últimos años de mi carrera. Tardé 7 años en lograr mi sueño. Pero quien la sigue, la consigue!"


Vanessa Rodríguez: "Hace 21 años que conozco a mi amiga Ralu. Ambas tenemos 24 años y nos conocimos en el colegio. Ralu llevaba puesta su coletita de palmera y yo tenía unos tirabuzones que, por desgracia, ya no conservo. Solemos recordar como ella me invitaba a comer chuches dentro de una casita de papel y yo, como, las aceptaba encantada. Y así es como empezamos a ser amigas. Más tarde, en los cursos venideros, Ralu siempre me edjaba copiarle sus deberes, en especial, el "workbook" de inglés. Me ponía la condición de que no se lo dejara copiar a nadie más pero...yo no sé decir que no. A pesar de ello, le agradezco que nunca me lo reporchara. Seguimos creciendo y en el instituto llegaron los primeros amores y los primeros suspensos. Nuevos amigos se unieron a nuestras vidas y hoy en día también siguen en ellas. Ya en la Universidad llegaron otros amores, algunos fracasos y más suspensos. Lo que más me gusta de ella es todo lo que juntas compartimos. Ambas le damos un valor muy importante a la amistad, cosa que hoy en día parece estar relegada en el olvido. Espero que dentro de 20 años más, podamos seguir cenando juntas, aguantándonos cuando lo necesitemos y que sigamos riéndonos como lo hacemos ahora. Nunca hay que perderle la pista a las personas que te acompañan en el pasado, ya que serán tu mejor vínculo en el futuro. Gracias por todo Ralu."


Gabi Ventayol: Pequeñas casualidades. "Me llamo Gabriel, nunca fui un gran estudiante, gracias a ello conocí a la chica que amo con locura. Todo empezó una fría mañana de diciembre, yo vivía en Segovia, y lo asistir a las clases de la Universidad no era precisamente mi rutina diaria, pero ese día todo cambió y decidí dar un vuelco de 360º. Me levanté y me dije:"Hoy va a ser un gran día, voy a asistir a clase de Historia Universal Contemporánea". Desconocía la hora en que comenzaba la clase, simplemente fui directamente sin mirarlo. No sabía que mi despreocupación marcaría mi futuro. Llegué y me senté en una clase de 150 personas. La clase estaba vacía, sólo 2 personas en un inmenso silencio. Ella y yo. Eran las 11.30 de la mañana y yo convencido de que la clase empezaba a esa hora. Entonces le pregunté y me dijo que faltaba media hora... Era tan guapa que necesitaba saber más de ella. Me dijo que se llamaba Cristina y que era de Menorca; yo le dije que me llamaba Gabriel y que era de Mallorca. El tiempo se paró y sólo una mirada bastó para que el destino se pusiese de nuestra parte. Más de 500personas matriculadas en un curso y sólo 2 éramos de Baleares y estudíabamos en Segovia. ¿Qué hubiese pasado si no me hubiera levantado ese día? ¿Y si hubiese sabido la hora real del comienzo de la clase? A ceves las pequeñas decisiones que tomamos marcarán nuestro futuro..incluso las que dejamos pasar. Después de 4 años y medio, felizmente enamorado."