martes, 27 de julio de 2010

Valores 2.0 al interior de nuestras organizaciones.

Valores 2.0 al interior de nuestras organizaciones.

Historia Ganadora VII Viernes Creativo

"Estaba ayer en la clase de español para extranjeros que tengo dos veces por semana en la escuela de adultos de un pueblo del norte de la isla. Mis 8 - 10 alumnos, que vienen regular y estoicamente a pesar de los 35º a la sombra, se sentaron donde buenamente pudieron, ya que como siempre durante las vacaciones de verano, la escuela está hecha un asco: ya saben...limpieza a fondo, pintura, libros por todos lados, sillas, restos de material escolar, chicles pegados, vómitos secos, lápices de colores... Mis alumnos tienen entre 60 y 75 años y son alemanes. Tan alemanes como el Sauerkraut y las Bratwurst.

Any, de unos 60, viene cada día con una botellita de cerveza, la pone sobre el pupitre y entre verbos y adjetivos se pone la cervecita entre el pecho y la espalda. Peter, de unos 70, alto con coleta hasta la cintura, y nada de pelo en el resto de la cabeza, siempre trae recortes de periódicos para comentar. Y Eva, muy jovencita ella, de unos 65, excelente cocinera pero pésima estudiante, aparece cada tanto con alguna tartita o algún ponche de esos que te suben los colores y los humores.

Anoche, Peter apareció con un artículo desde luego muy interesante, en español, que leímos y pretendíamos comentar para practicar expresiones tales como...Yo pienso que...Yo creo que...y esos verbos castellanos que creo son los responsables de algunas de las arrugas y canas de mis "niños del grupo Castellano II".

El artículo comentaba la construcción de una mezquita en la ciudad alemana de Colonia. Una mezquita que según parece es la más grande de Europa y la más lujosa de este continente y parte de los otros.

Cuando Peter terminó de leer yo veía signos evidentes de desesperación por hablar en "mis niños" Pero claro...cuando están desesperados y encima tienen que hablar en castellano, suelen salir unas especies de gargajos, frases inconexas, expresiones incomprensibles y otras cosas por el estilo. Traté de poner un poco de orden, de pedir que sólo habláramos castellano y de no poner cara de ME ESTOY ESTRESANDO!, mientras ellos hablan todos juntos en algo que se parecía más al suahili que a la lengua de Cervantes.

En una de esas veo a Michael, un aristócrata alemán de unos 70, bajo, muy delgado, con uno de esos apellidos que vienen con castillo incorporado, amante de la buena bebida, por no decir alcohólico incorregible; play boy a la baja porque ahora no creo que se coma una rosca y convencido de ser la última coca-cola del desierto, levantarse de su silla.

Y no sólo se levantó de la silla sino que levantó los brazos, la voz y todo lo que era posible levantar mientras despotricaba contra los moros, las mezquitas, los inmigrantes, etc etc, medio en alemán y medio en castellano. A mí se me empezaron a salir los ojos de las órbitas, Any abrió una segunda botella de cerveza mientras se recostaba cómodamente en la silla, Peter intentaba poner un poco de calma en la situación, mientras Michael despotricaba como un energúmeno y algunos otros intentaban meter alguna frase a veces a favor, otras en contra.

Y Bárbara, de unos 75, una hippie de los ´70 que se quedó estancada en los vaivenes de los tiempos, que luce en su escaso pelo todos los tonos de rubio de la gama Loreal y que me recuerda muchísimo a Endora, la madre de Samantha, de Embrujada...se acuerdan?, también se levantó de su silla encolerizada con la cara roja debajo de las varias capas de pintura y haciendo ruiditos extraños con los abalorios que llevaba colgando sobre sus tetas monumentales y sus brazos.

Y yo diciendo: Chicos, estructuremos bien las frases...Se comienza diciendo: Pienso que...Mi opinión es...y luego pueden usar el condicional...Y a quién carajo le importa el condicional!!! Si estaban en plena discusión y yo era un mueble más en la escuela. Y llegó el momento crucial: La hippie de los ´70 descalza y con abalorios colgando defendiendo la paz mundial, a los emigrantes, a los gitanos y a todos los seres indefensos de la humanidad dijo: -"Parece que lo que los alemanes necesitamos es otro Hitler!"- El aristócrata engreído con sus gafas de €5000, su voz de pito y sus pantalones hasta la rodilla salió disparado hacia la hippie, le puso el dedo índice en la nariz y le dijo: -"Yo soy un aristócrata y a mí nadie me compara con Hitler y yo me encargaré personalmente de destruirte!- (joder! Un Terminator Alemán!).

A ese punto yo ya tenía una mezcla de dolor de estómago, ataque de risa y movía las manos como loca pidiendo paz, cuando de repente la hippie y el aristócrata se empiezan a pegar como dos canguros cabreados. Arañazos, patadas, los abalorios rodando por los suelos, las sillas y las mesas se fueron a tomar por culo. Intentamos separarlos mientras que ellos, como poseídos se daban con todo lo que tenían a mano, arañazos, mordiscones, patadas... Y yo que creía que esas cosas pasaban entre adolescentes! Será una regresión propia de la vejez? Pero que carajo pasa con "mis niños"? No se pueden expresar opiniones sin que se den hostias? Y yo que creía que hablaba con gente civilizada! A la mierda las clases de conversación, de ahora en adelante los voy a freír a verbos! Joder, si se entera el Alcalde que le digo? Que tuvimos un intercambio de opiniones? Si se manchan las paredes de sangre la que les voy a dar hostias hasta dejarlos más tontos de lo que son, voy a ser yo! Mierda, que las paredes están recién pintadas!

Esas eran mis cavilaciones cuando intentando separarlos me dieron una hostia en la cabeza, al lado del oído que todavía me retumba en el cerebro! Yo terminé descorazonada, desconcertada y desazonada, sentada en el suelo con la cabeza entre las manos, mientras Paul, el de la coleta, seguía poniendo paz, Any terminaba su tercera cervecita de la tarde y los otros revoloteaban como gallinas tras la entrada del zorro al gallinero.

Y ni les cuento la cara del profe de yoga que estaba dando clases en el patio de la escuela como cada jueves con tres o cuatro alumnas de esas que mean té verde y tienen eterna expresión de Ommmmmmm en sus rostros! Impagable! Lástima no haberla grabado porque sería un éxito en YouTube.

El aristócrata peleón se fue más cabreado que un mono, lleno de arañazos, con los pelos revueltos y las gafas caras medio desmontadas, insistiendo en que se encargaría de destruir, aniquilar, exterminar a la hippie que tenía un aspecto patético tirada en el suelo, llorando y con un ataque de nervios repitiendo que ella sólo quiere PAZ para el mundo.

Di la clase por terminada, recordándoles que tienen deberes para el próximo martes y que en la puta vida se me volverá a ocurrir dejarles hablar y que de ahora en adelante se van a enterar de lo que son los jodidos verbos en castellano, el subjuntivo y hasta las subordinadas...

A las once de la noche todavía tenía las pulsaciones a 900 por hora y de vez en cuando me daban ataques incontrolados de risa. No sé si es la menopausia o el incidente vivido, pero por las dudas cogí el teléfono y le mandé un mensaje de texto a la hippie desgreñada y al aristócrata en bermudas diciendo que de ahora en adelante en vez de clases de castellano, vayan a clases de karate porque les falta depurar un poquiito la técnica.

Todavía me retumba el cerebro, pero me estoy descojonando de la risa!"

Ana Castellán

Más Mini HIstorias No Ganadoras!

Marga Nuevo Alemany: "A principios de junio me encontraba en Palma por cuestiones de médicos, para un Menorquín trasladarse a Palma para acompañar a un enfermo hospitalizado allí, es un trastorno; muchos cambios, muchos miedos, te encuentras "perdido" entre calles infinitas, líneas de bus, caras desconocidas y la tristeza te invade al ver que sientes una profunda soledad por ver que alguien a quien amas, que se bedate entre la vida y la muerte y tú soledad se trasforma literalmente en un vacio..
Un día salía del hospital para dirijirme a la parada de bus, tenía que cojer la línea 5, no debia despistarme, iba contando las "paradas" y prestando la máxima atención para no saltarme mi parada, mi destino era: Avinguda Alemania.
Una vez allí bajé y me dirijí a la calle Blanquerna para seguir andando hasta la Plaza París, (este día estaba yó especialmente triste).
Una vez en la calle Blanquerna entré en una libreria y pedí el diario Menorca,
cual fue mi sorpresa que la dependienta me dijo que llegaba con un día de retraso a la isla de Mallorca(yo necesitaba leer algo de menorca, saber que ocurría pensaba en mis hijos, mi familia, mi trabajo, mis amigos).
La chica al reconocer mi acento diferente al de allí me dijo, tú eres de .. ¿ Menorca ? , le dije: sí.- (mi cara debía de ser un poema) para mi sopresa la muchacha cogió el teléfono fijo y marcó un número de teléfono ..
Mi corazón comenzó a latir con fuerza y ánimo (estaba sonando una melodía). Entonces me dijo: "anímate ,esta música te sonará!"
La melodía en cuestión era " JALEO ", música típica de las fiestas menorquinas cuando nuestros caballos altivos menorquines bailan al son de estas notas. La sonreí y tras unos minutos de charla me fuí.
Al salir a la calle entré en una pasetelería que había enfrente:
- ví unas empanadas, señalé con el dedo y le dije quiero una formatjade
- la señora me dijo que no llevaban queso, llevan guisantes o carne, yo esbocé una sonrisa y le dije sí, yá lo sé, en Menorca las llamamos así y tampoco llevan queso ..
Con toda esta história, al conocer a Doña Greta y a sus empanadas pensé, en la soledad que pasé allí durante unos días, pensé mucho en la soledad que debe vivir una persona de Argentina, tan lejos de su lugar, de sus gentes, de su familia, pero sobre todo de las empanadas de Argentina."


Pablo José Lemonci: "Un viaje: cuando creemos que hemos conocido lo mejor, lo mejor te lo encuentras en otro viaje; ésto nos pasa con todo, también con los sabores. Cada sitio que recorro y llego a conocer me quedo con lo positivo y por qué no decirlo, con los platos típicos. Estos sabores también me hacen recordar los momentos vividos. Y por eso más que con fotos y pensamientos, me gusta recordar pro el paladar."


Mariona Salas Torres: "Nuestra historia empezó un día lluvioso y frío de invierno en Madrid. Desde que le ví sentí y a día de hoy siento, siento lo mismo. Argentino loco que salió de su país para vivir algo diferente. Una nueva vida empezó ese día para los dos. Todo pasó hace ya 4 años. Y una de las cosas, uno de los placeres de los que disfrutams los dos es degustar de las empanaditas, ricas y deliciosas de ese país lejano; pero no menos hermoso que el mío. Actualmente vivimos aquí pero siempre que podemos viajamos allá y disfrutamos en grande de todo. Gracias por las empanadas!"


David Bermejo Caja: "Llegó en una cajita de 20 cm de altura, no podía mantenerse en pie. Su mancha marrón alrededor del ojo izquierdo le hacía protagonista de cómic. Y estoy seguro de que ésto le encantaba, cómo ver que todo el mundo se acercaba sonriendo y llamándole "Milú!" Él miraba hacia arriba como pensando: ¿Qué dices? Si me llamo Dante.- El día que aprendió a subir escaleras, todos supimos que la energía había entrado en la casa. Pura energía positiva. No solía ladrar nunca, no porque no supiera, sino porque sabía elegir el momento adecuado. Jamás se dejó un parque sin correr, una perrita por perseguir ni un amigo nuevo por conocer. Venía de familia de cazadores y fue el mejor cazador...del amor y el cariño de todo el que estuvo a su alrededor. Siempre fue un niño eterno! Y hasta en su peor momento se comportó como un niño grande de 50 cm de altura. La semana pasada decidió marcharse a su siguiente lugar, se quedó dormidito y no despertó. Aunque hace algún tiempo que estaba lejos de él...fue mi perro Dante. No se ganó el cielo, el cielo se lo ganó a él, un precioso Fox Terrier."

martes, 20 de julio de 2010

Mini Historia Ganadora VI Viernes Creativo


"Soledad. Para una chica de 25 años, se podía decir que era una etapa ideal: independencia, amigos, fiestas, dos trabajos...Una vida "plena", en la que no había tiempo para sentirse triste o para añorar a la familia o a los que ya no están.

De repente, una extraña rutina irrumpió en mi vida: a pesar de que el cansancio de un día agotador diera paso a un sueño profundo, cada noche a las 3.00 me despertaba un susurro y la sensación de que no estaba sola en la habitación. Empezó muy sutilmente la primera noche, como si despertara de un buen o un mal sueño, la noche siguiente oí el susurro, la sensación de compañía iba a más hasta sentir que dormía a mi lado, la última noche, no se conformó con acompañarme, me tocó. Puso la mano en mi pecho suavemente, normalmente no me podía mover cuando llegaba, pero esa noche, saqué todo mi valor y fuerza y puse su mano encima de la suya. De repente, el miedo cesó, la ternura me invadió y una mano pequeñita, minúscula, estaba debajo de la mía para hacerme sentir que no estaba sola, que ya nunca lo estaría... La siguiente noche no volvió, ni la siguiente, ni la otra...

Hace siete años cuando nació Sofía y toqué su mano pequeñita, supe que era mi ángel, que en aquella época me acompañaba y que iba a tener su manita conmigo para siempre."

Ángela Russi

Mini Historias no ganadoras

Luis Más: "La pelota de tenis. Desde pequeño fui un apasionado del tenis, mi sueño era jugar y vivir de ello. Por ello, cada mañana despertaba pronto e iba a entrenar. Jugar con una pelota de tenis me encantaba. Ahora me levanto cada mañana con sueño y me encuentro con una pelota de tenis delante de mi acra. Un perro la aguanta con sus dientes esperando que se la quite y la tire al fondo del pasillo. A él también le encanta. Ahora se por qué me gustaba jugar al tenis. La vida tiene esos guiños".


Iván De Benito Berdoy: "Verano de 2009. UIB, calor, muchos exámenes y poco tiempo. A falta de horas para comer acababa comiendo cualquier cosa en cualquier sitio y acababas yendo a los mismos sitios (si es que no habían cerrado ya) y aburrido de "Crispy, Chicken, Bacon - Mc Burger" que eran los únicos sitios en que no te habían cerrado la cocina. Lo de la comida a domilicio o para llevar era otra historia. Folletos qeu cuando caen en tu buzón se teletransportan a la basura o a un cajón escondido, en el que como todo agujero, acababan desapareciendo. Echábamos de menos un lugar donde encontrarlos y tenerlos todos y ya puestos a pedir que pudieras reservar tu comida con tranquilidad y comodidad y sin que el repartidor te traiga la pizza que no pediste. Así, más o menos, fue como srugió Zampalo.com".


Ricardo Cufré: "El Espigón. Corría marzo del ´51. En ese anfiteatro al revés que es la cabeza del espigón de Olivos, una pareja de jóvenes casados estaba sentada. Frente a ellos y a pocos metros, un velerito de madera llamado SADKO salía a navegar por el estrecho canal. Seguramente ella lo miró algo sonrojada cuando dijo por primera vez en su vida la frase que se las cambiaría para siempe: Estoy embarazada Carlos. ¿Él la abrazó? ¿Lloraron de alegría? ¿Cenaron afuera esa noche? Aunque estaba con ellos, ignoro esos detalles y es tarde para averiguarlo. En ese inmutable espigón, mediatriz de sudestadas ariscas y bajantes de siesta, mi designado padre supo que yo asomaba mi arboladura por el íntimo horizonte de Ángélica, navegando con viento franco y suave hacia ellos. Muchas veces he regresado a esas gradas de roca. Sé que me senté o caminé por la misma que escuchó a mi madre, pues ex profeso las he recorrido todas. Conocer con precisión casi centimétrica en qué lugar del universo fui mencionado por primera vez me ha amarrado de por vida a este puerto, al que retorno cíclicamente a veces acompañado del amor. Aun regreso al extremo romo del espigón con necesidad y miedo de hallarme. Recorro el angosto y largo camino acariciando la misma barandilla de suaves caños, pulidos también por mis manos y que hasta hace un rato a penas, miraba desde abajo y me trepaba, inscripto en el abrazo protector de mi padre. Retorno de tanto en tanto sabiendo que cuando encuentre la roca exacta, será la última vez que me busque. Habré hallado mi respuesta, sabré quién, fui y ya sólo será cuestión de esperar la última sudestada. O la última bajante."


Sofía Román Barbieri
: "Esta historia comienza en una gran ciudad de un garn país, cuando dos niñas de 3 y 4 años de edad casi mueren por culpa de un gas tóxico. Todo empieza cuando la madre de una de las niñas llama a un taxi, al ver que este tardaba, la madre se fue en autobus. Cuando finalmente llegó el taxi, la señora que cuidaba a las niñas salió a decirle que podía irse. Cuando la señora estaba afuera la niña más mayor cerró la puerta con llave. Cuando la canguro intentó entrar se encontró con ese escenario al cual se le sumó el hecho de que la niña supiese cerrar pero no abrir. Justo ene se momento se cayó el cazo de la leche que estaba hirviendo y empezó a salir gas, las niñas asustadas empezaron a llorar. Finalmente consiguieron romper una ventana y entrar."



Miguel Ángel Calafell: "En el verano de 2008, junto a dos amigos más, decidimos empezar una miniaventura, que duraría tres días, atravesar la Serra de la Tramuntana, desde Valldemossa a Pollença. Durante estos tres días conocimos a gente, escaladores, turistas, montañeses..., vimos espectaculares paisajes, escuchamos la naturaleza en su inmensidad y conseguimos entrar en un universo paralelo del cual nada entra del exterior, ningún tipo de preocupación, sólo la naturaleza, con sus colores y sonidos, nada más."


Melina Pasrisi: "Había un avez un pez que se llamaba Jonathan. Vivía con su padre en el fondo del mar pero aun no sabía nadar. Y su padre le cantaba: Jonathan! No te metas pa´lo hondo! Qué no sabes nadar! Hasta que un día, sin hacerle caso a su padre, Jonathan salió a nadar. Y andando, nadando, se perdió. Y un señor que pescaba con su red lo cazó y se lo llevó a su acuario. El padre de Jonathan, muy preocupado, le buscó y le buscó, pero nunca le encontró. Y se quedó solo en el fondo del mar, cantando: Jonathan! no te metas pa´lo hondo que no sabes nadar!"


Lidia Aranda: "Esta historia es real sobre un pequeño niño, que me ha hecho pasar momentos muy divertidos. Hace dos años en una escuela de verano, donde era monitora, había un niño muy gracioso y un tanto pillo que le tenía un poco de miedo al agua. Un día fuimos a la playa y el pequeño no se quería meter en el agua y otra monitora y yo, en la orilla simulamos entre risas que nos ahogábamos para que el pequeño metiera al menos los pies. Le decíamos "Ayúdanos, sólo tienes que llegar a nuestras manos y estirar un poquito" Su respuesta fue: "Ven un poquito hasta aquí -hasta el arena- y luego estiro". Después de muchas risas conseguimos que se metiera en el agua. Actualmente, ha superado su miedo al agua."

Minihistorias no ganadoras (III)

Antonio Roca Serra: “Lo más importante de los últimos años es la reconciliación con mi hija mayor, Patricia, que vive con su familia, marido y 3 hijos en Lérida, Cataluña.”

Joana Seguí Bonnín: “Hace unos años decidí hacer el camino de Santiago con dos amigos y un grupo que salía desde Palma. El trayecto era hacer León – Santiago, 300 km. Salimos un día de julio, llena de ilusión y dispuesta a descubrir lo que el camino me enseñara. En la primera etapa del trayecto conocí a una persona que cambiaría mi vida. Desde el primer día, o mejor dicho, desde la primera mirada conectamos. Después de hacer la primera etapa de 25 km, la noche estaba iluminada por la luna llena y decidimos continuar el camino a la luz de la luna. Ésta y otra noche. Los días pasaron maravillosamente, todo era perfecto. La naturaleza nos daba la parte mágica que necesitábamos, el caminote Santiago hizo que conectara con mi corazón, hizo que sintiera dolor y alegría, el camino hizo que volviera a creer en el amor. Al camino es necesario ir sin prisas y sin cargas, abiertos a conocernos y conocer a los seres que se cruzan. Buen camino.”

Francisco Marqués Ovejero: "Voy a narrar la historia de un antepasado mío, que me contaron mis padres y confirmo la veracidad de los hechos, pero desconozco los detalles y posibles nombres reales de los mismos e intentaré transmitir con esta breve narración, el hecho de que a veces, la realidad puede y supera, sin duda, a la ficción. Tenemos que situarnos a principios de siglo veinte. Sobre mil novecientos y pocos años y en la isla de Menorca. La situación en aquella época, en España en general y en la isla en particular, era de pobreza y falta de muchos medios y recursos. Fueron muchas las personas que emigraron a las "Américas", sobre todo a Cuba ó a Argentina, principalmente por la falta de trabajo. La persona de la que voy a hablar, se trataba de una mujer muy hermosa. Las mujeres no trabajaban en aquel entonces. Las pocas labores que realizaban eran de índole doméstico. Ella, con edad temprana, consiguió entrar a trabajar y formaba parte del personal de servicio de una familia Noble de Ciudadela. La belleza de esta mujer, no pasó desapercibida, porque al tiempo de realizar tareas en el palacio donde entró a servir, quedó embarazada concretamente del noble. Debo comentar que en aquel entonces, las madres solteras estaban muy mal vistas por la sociedad. El aborto era algo inaceptado e imposible de realizar. Las pocas veces que se había intentado y no precisamente por profesionales de la medicina, acababan con la vida del feto y en ocasiones de la madre. La esposa del noble, al enterarse de que la criada había quedado en estado, por un desliz de su marido y para no alterar el buen nombre de la familia y su buena reputación, forzó a ésta a irse de la isla, obligándola a marcharse a América, donde podría obtener una mejor vida que la que había en España en ese momento, ofreciéndole y entregándole una importante cantidad de dinero, para que además, incluso, se deshiciera de la criatura para no dejar rastro ninguno de lo sucedido.
En un principio se trasladó a la población de Mahón. Esperando el buque en Mahón, que la llevara a la península y posteriormente coger otro buque que la llevara a América, nació la criatura y optó por entregar a su hija a un convento en Mahón, sin decir nada a sus parientes cercanos de este hecho. En realidad, cuando se producía un nacimiento no deseado, lo más habitual y la mejor opción era la entrega al convento, donde sabían que serían bien atendidos. El convento, de alguna manera, se convertía en una especie de hospicio, donde las personas que deseaban adoptar a una criatura, solían dirigirse. La criatura en cuestión, fue adoptada con escasos meses, por una pareja de la población de Alayor. En esta población fue donde se crió y pasó toda su infancia. Ya en edad adulta, sus padres le explicaron que ella había sido adoptada y que la recogieron del convento. Las monjas, se la entregaron llevando encima, únicamente una "una medalla", con el nombre y apellidos reales del bebé. A partir de este momento, empezó para ella una necesidad interior de saber quienes eran realmente sus padres biológicos.
Sus resultados dieron fruto. La familia no estaba tan lejana, escasamente a 30 kilómetros de Alayor. Y tras indagar, resultó que encontró a un tío y a una tía de su madre biológica, en Ciudadela, que concretamente era mi bisabuela. Ella la reconoció inmediatamente, por dos motivos muy claros: La medalla, se la había comprado mi bisabuela y porque era la imagen idéntica de su hermana. Mi bisabuela, tuvo dos hijas. Cuando se reencontraron, una de las hijas de mi bisabuela, -mi querida abuela-, resultó que eran como dos gotas de agua. Tenían los mismos ojos azules, la misma cara y la misma expresión. Mi bisabuela guardaba cartas de su hermana, donde le contaba que tenía trabajo en casa de unos señores, como sirvienta. No se llegó a casar y no tuvo más hijos. Su madre, no volvió nunca más a Menorca. Vivió y murió en Argentina. Mi bisabuela, le contó la verdadera historia, que yo os estoy explicando a vosotros. Ella, quiso después conocer a su padre. Se personó en el palacio del noble donde había trabajado su madre y pudo conocer a una persona muy mayor, que le dijo que la historia que le habían contado era cierta, pero que no la podía reconocer como hija. Al poco de conocerle, murió de vejez.
Debo decir además, que esta mujer, fue una auténtica mujer coraje. Durante el resto de su vida, fue muy reivindicativa con los derechos humanos, muy luchadora y también muy de izquierdas. Tras nuestra guerra civil, estuvo varios años encarcelada en Cantabria, por haber sido del bando derrotado. Se casó con otro preso, que había conocido en la misma cárcel, que resultó ser también de la población de Alayor y que por cierto, salvó su vida en un fusilamiento por haberse hecho el "muerto". Ver para creer.">

jueves, 15 de julio de 2010

Mini Historia Ganadora V Viernes Creativo

"Era mi primera vez en Palma de Mallorca y, como buena viajante, me bastó recorrer unas pocas calles para quedar enamorada de esta hermosa ciudad. Cada rincón me contaba una nueva historia. Bajando por la calle Olmos, una melodía dulce con olor a miel, subió y llenó cada hueco de mi cuerpo, mi mente y mi alma. Sólo la melodía y yo. ¿De dónde provenía esa música que me transportó a los recuerdos más preciados? Como si cada nota me fuera guiando, doblé por aquí y por allá, hasta llegar a la musa inspiradora. Y ahí estaba la autora de tan bella melodía. Una mujer que vivía en la calle, cuya única pertenencia era un violín. Ni con toda la plata de mi cartera podía pagar la maravillosa sensación que me había hecho sentir esa mujer. Me quedé toda la tarde escuchando, le dí todo lo que tenía y el agradecimiento más sincero a esa increible compositora."

Mariana Asensio

lunes, 12 de julio de 2010

Mini historias no ganadoras (II)

Eliana Leda: " La línea entre la vida real y la vida virtual en los niños. haciendo un viaje fugaz a mi infancia puedo contarte que me encuentro en una tarde de sol muy suave en el patio de mi casa. Allí estmos con mi hermano menor construyendo sobre la mesa rectangular de madera un mundo en miniatura con muñecos pequeños, caminos, montañas, la casa, el lago..Las historias que "rodeaban" a nuestros personajes podían entretenernos todo el día. Sin darnos cuenta lográbamos de esta manera desarrollar a pasos agigantados nuestra creatividad, nuestra capacidad de inventiva, creábamos nuestro eterno lazo fraternal y los códigos de nuestro desarrollo personal...detrás de toda esta imagen sólo te agrego que aparece por allí el ladrido de un perro, el olor al pan de la abuela, la brisa fresca de la primavera que pasaba y los colores inolvidables de las flores. Como madre, el mensaje que intento dejar es: que seamos capaces de guiar la infancia de nuestros niños de hoy con equilibrio y con valores bien definidos (Que cuenten las madres cuántas de ellas pueden relatar un día de la vida de sus hijos..de esta manera o parecida..)"


Cruz López Martín: " Una tarde vine a Doña Greta, y la amiga de una amiga, me contó su historia, su mini historia. En el camino encontró a su compañero, de camino y de vida. Lo que me evocó la propia historia de mi vida. Para mí el camino fue el final de una etapa y el comienzo de otra. Yo comencé a caminar con el que había sido mi compañero de vida y paso apaso y día tras día caminando paralelos, que no juntos, se fue haciendo cada vez más evidente nuestra separación. Cada nuevo día y cada nuevo paso nos alejaba más. Al llegar a Santiago, nuestra relación de cuatro años se terminó. Ya no estábamos hechos para compartir la siguiente etapa. Y para mi la siguiente etapa se abrió y nuevos caminos, de horizontes mucho más lejanos se abrieron. Horizontes que jamás me hubiese atrevido ni a imaginar. Y volé, volé y volé más alto y más lejos y más profundamente en mi interior. Doce años he estado de viaje, creciendo, aprendiendo, conociendo hacia fuera y hacia adentro. Hasta hoy, el mejor viaje de mi vida, el mejor camino, el que nunca hubiese podido emprender con ese compañero, a pesar del dolor dela separación. Sólo se puede, a veces, emprender el miedo, dejando atrás al que hasta ese momento habíamos creido, nuestro compañero de camino."


Susana Rosales: "Por necesidad empecé a alquilar habitación en mi departamento. Siempre pensé que la gente que era ajena a mí formaría parte de gentes que no dejarían de pasar por mi casa sin que yo realmente los llegase a conocer íntimamente. En realidad ha sido casi siempre así. Hasta el día em que llegó "Doña Polvorita". Se metió en mi vida hasta moverme el piso, mi tranquilidad, mi distancia establecida. Primero me resistí. Pensaba: "Pero qué quiere esta tía?" Pero ella seguía y seguía y hablaba como una cotorra. En realidad nunca pensé en mandarla al diablo. Gracias divinidad del universo. Ya no es más mi inquilina, es mi mejor amiga! "


María Consuelo Torres: "Barajas: recién llegada. Debía pasar de terminal para venir a Palma. Venía con una pareja, ella discapacitada, entonces pidieron transporte y yo les dejé todo, todo para que se lo lleven ellos. Vestida con una solera y unas ojotas y solo el pasaje y el pasaporte en la mano me dirigí hacia mi destino, a encontrarme con mis amigos para subir al avión. Llegando alarco, demasiada gente quitándose cosas para poder pasar (luego del 11 M por poco desnudaban a los pasajeros) la fila era interminable. Sigilosamente me acerqué al arco e hice una seña de "Puedo pasar?" al policía que me miróa fijo y preguntó: Es que no llevas equipaje? No, contesté. Viajas sin nada tú? Con pasaje y pasaporte, dije enseñándolos con los brazos en alto, pero con cara seria. Anda, pasa que si todos viajaran así, no tendríamos todo este follón, anda, anda! Y ante la mirada ridícula y de bronca de todos..pasé..hacia mi destino final."


David Gilling y Maite García: " No supimos cómo pero estábamos ahí, siendo invitados a pasar sin necesidad de pagar el cover, pues la cerveza de nuestro consumo se leía en la mirada ávida de embriaguez y la disfonía concedida por dos décadas de diferencia con respecto alos otros parroquianos veinteañeros. Por supuesto, con nuestras cañas, y con la música en vivo, Alejandra, argentina, con voz de Janis Joplin, y nuestro deseo de meses observado, valorando y sin actuar. ..pero todo llega y nuestras rodillas se rozaron en un "sin querer" que fue la apertura de una sinfonía inconclusa, pues su infinita partitura prosigue en más de una noche. Y seguimos teniendo cara de borrachos porque en muchos locales nos ofrecen degustar. Hoy fueron empanadas y vino tinto!"


Fernando Inones: "Carmen y yo nos conocimos en un avión volviendo de la Argentina. Ella había ido de vacaciones con sus padres a la Patagonia y yo volvía de visitar a mi familia y a mis amigos, por aquel entonces yo ya llebava un año y medio viviendo en Italia. Ella es mallorquina, yo soy argentino,, de mendoza . Con Carmen nos conocimos en enero del año pasado, dio la casualidad de que en el vuelo íbamos sentados uno al lado del otro. Podemos decir que nos conocimos en el aire "en ningún lugar", sin un espacio y tiempo concretos? Despúes yo la visité aquí en Mallorca, en agosto del año pasado, el vuelo había sido en enero, y si, me enamoré de ella y de Mallorca, las dos, llevan consigo la misma dulzura, supongo que los lugares transmiten a la gente su carácter. Y es esa dulzura que hace tiempo me estaba faltando y que estaba buscando. Esa es mi historia, la de una mallorquina y un argentino que se conocieron en el aire".


Marisa Cambarere: "Esta historia comienza con un accidente: tras pasar muchos días de reposo comencé a bajar al bar cercano a mi casa, donde conocía a un chico con el que teníamos largas charlas. Imaginaros una marplatense y un mallorquín, los dos separados, cuarentones, con niños y todas las historias de vida acumuladas, a lo largo del tiempo nos empezamos a conocer, nos enamoramos, y decidimos que nuestra primera cenita sería de empaandas de carne argentinas, fritas..ummmm! Y así lo hicimos y además de enamorarnos nosotrs también fue de estas empanadas de Doña Greta!"


Óscar Izquierdo: "Mi sueño de pequeño era tener una novia italiana para poder tener una suegra italiana de verdad. Para comprobar si tienen tanto carácter como decían mis amigos. Llevo saliendo 5 años con una italiana y a los dos años por fin conocía a mi suegra italiana."


Carmen Boncella: "Me gustaría que las empanadas de Doña Greta llegaran a cualquier rincón del mundo, que todas las personas del universo pudieran saborearlas, sólo con nombrar el deseo, quiero una empanada de....y que miles de pájaros salieron volando rumbo a cualquier destino...ojalá pudiera ser verdad!"


Neus Company: "Una mañana me encontré ante la disyuntiva de tomar un avión de regreso a mi lugar de estudio o quedarme junto a Neus, que se había puesto enfrema la noche anterior. Cuando el bus del aeropuerto llegó me di media vuelta con mi maleta y fui a su casa para cuidarla, seguro de haber hecho lo correcto. Predí un vuelo, pero gané un día a su lado."


Mariona Luís Tomás: "Cículo de Mujeres. Esta es la hisotria de las mujeres de mi vida. Y esta historia no es una sino muchas. Es la historia de mi madre, cuya madre murió cuando ella nació, llena de cariño y de emoción. La historia de mi abuela, mujer sabia y hermosa, que volvió a mi sentada a mi lado y me acompañaba en el sofá despueés de mi divorcio. La historia de mi tía Isabel, qeu me enseñó a hablar la lengua de mis antepasadosaragoneses y constituye, con mi prima Julia, uno de mis triángulos espirituales, uno de mis círculos de mujeres. Es la historia de mis amigas históricas: Antonia, Yoli, Carme, Cristina, Eli. Y de mis amigas menos históricas: Bel, Marga, Valle, Maite y Vanessa. De las que viven lejos, pero las llevo en el corazón: Giss y Vero. Y las que están en mi corazón estando cerca. Y de las mujeres que más o menos sin saberlo han participado en mi camino y me han ayudado y orientado ofreciéndome lo que tenían, como Neus y Sofía. Todas ellas formaron el producto que yo soy. Todas ellas han tenido mucho que decir sobre quien soy yo ahora. y todas tienes historias bonitas que contar, algunas lindas, otras duras, otras tristes, otras interesantes, otras divertidas. Y todas estamos enlazadas en diferentes círculos de mujeres, interconectadas formando una verdadera vía láctea. Y seguramente a todas nos gustarán las empanadas de Doña Greta!"


Melanie Escane Galindo: "Hace 7 años me independicé; al poco tiempo vino a vivir conmigo una chica con muchas ideas e ilusiones en la vida y me contagió de ellas; nos hicimos grandes amigas y empezamos a soñar. Soñábamos con tener nuestro propio negocio y teníamos diferentes ideas, una mejor que otra; horas y horas...cosas de la vida, que nos distanciamos dos años..sin saber nada una de la otra. Al tiempo, alguien muy familiar entró en mi negocio a hacerse unas mechitas...para mi sorpresa me contó que ella había montado por un antojo "Doña Greta" ..al final las chicas hicieron realidad su sueño."


Mateu Moyá: "Aixó era i no era, bon viatge faci la cadarnera, un almud per tu i per jo una barcella. temps era temps, quan aquesta Illa rea i lla, toots els contes començaven així, tost igual! Peró i qué més dóna? Si el que més importa no és el conte, és qui el conta...els padrius o tan pare, o ta mare...és quan es conta: el vespre...és on es conta: A les fosques a vora el caliu. Cal que conti un conte?...Si teus més de quaranta anys ja els recordes!...als padrius, als pares, a ta mare, la fosca i la calentareta rogença del caliu.
PD: ¿Quién vive en el fondo del mar? Una esponja en calçons blancs! Ja ho val!!"



Marcela Ballester: "El timón perdido. Había perdido el timón en alta mar una noche de tormenta cuando todos los vientos se desataron y como una cáscara de nuez su pequeño barco iba y venía enloquecido. ¿Hacia dón de iré? - se preguntó mientras una gaviota se le posaba en la cabeza señalando con su ala una dirección precisa y le decía: "el este, por allí aparece el solm por allí verás con mayor claridad las líneas de tu destino y quien sabe recuperes tu preciado timón. los vientos también pueden ayudarte, dejarte llevar querido amigo y confía en los susurros de las olas, ellas son sabias. " Y así fue, poco a poco apareció por el horizonte el sol, ahora el mar brillaba como un espejo y nuestro amigo se contempló tal cual era y se sintió feliz."

viernes, 9 de julio de 2010

Mini Historia Ganadora IV Viernes Creativo


"Querida Greta: mi profesión es la de payaso, animo fiestas infantiles. Como todo inmigrante, al llegar no conocía muchas "palabrotas" - que es en general lo primero que uno intenta aprender cuando llega a otro país -. Me contrataron en un hotel en Peguera para hacer el bautizo de la hija del director del mismo. La fiesta se desarrollaba con total normalidad hasta que saqué de la maleta un pequeño títere, un payasito. El hermano de la homenajeada era un niño un poco "pesadito" (claro, era normal, él no era el centro de atención de la fiesta y estaba celoso) y molestaba todo el tiempo la obra de títeres que yo estaba haciendo. Cansada de ello, aproveché al títere para decirle que no se portara como un "Gili..." a lo que el úblico enmudeció, complaciéndose de una inmigrante - ignorante de las palabrotas españolas. Luego de unos segundos al ver la reacción de todos intenté enmedar el error pero todos reían sin parar por lo acontecido."


Alejandra Siegrist

domingo, 4 de julio de 2010

Minihistoria ganadora III Viernes Creativo

"Mi historia ocurrió una mañana cualquiera, entre las prisas por preparar a los niños para ir al cole y la rutina de partir hacia la oficina. Como cada día, le pregunté a mi hija si estaba lista para salir y me dispuse a peinarla y recogerle el pelo. Sara tenía entonces 5 años.
-Estoy lista papá -me dijo- pero no quiero coleta.
-¿Por qué? -pregunté yo. A Sara le encanta llevar el pelo recogido.
-Es que Marcelo me tira de la coleta y me hace daño.
-Entonces dile a ese Marcelo que no te tire de la coleta.
-Se lo digo, pero no me hace caso-me contestó.
Yo pensé que tal vez ese Marcelo era el típico niño abusón y me irritó que alguien quisiera burlarse de mi hija tirándole de la coleta.
-Entonces, si Marcelo no para y sigue molestándote dale un buen empujón. No tienes que permitir que nadie se burle de tí.
-No puedo empujarle, papá. Es que Marcelo no sabe.
-¿No sabe? ¿Qué es lo que no sabe?-pregunté.
-No sabe. Es un niño que no sabe.
Esa fue su forma de expresarse pero me bastó para entenderla. Me sentí ruborizado por haberle aconsejado que usara la fuerza contra Marcelo.
Por la tarde, en el colegio, me informé sobre Marcelo y efectivamente era un niño con un serio retraso en el aprendizaje.
Pensé en cómo mi hija había catalogado a Marcelo como "niño que no sabe" y en cómo ella consentía renunciar a su coleta antes que reprender a su amigo.
Al llegar a casa le dije a Sara lo orgulloso que me sentía de ella, aunque no creo que me comprendiera demasiado. Al fin y al cabo, ella no había hecho nada extraordinario. Aceptar a su amigo en lo bueno y en lo malo era para ella lo más normal."

Luis M.

Minihistorias no ganadoras

Silvina Perez: “Sin saber que iba a terminar con él, en una oportunidad que Javier llegó a mi casa para reparar la lavadora, le presté unos libros de nombres para niños, para que pudiera elegir el de su hija que nacería en octubre. Luego de dos años terminé cuidando a su hija y él ayudándome a criar a los míos. Ya hace 13 años que estamos viviendo esta linda aventura de la vida, compartiendo buenos y malos momentos, disfrutando cada día porque el tiempo es lo único que no se puede recuperar.”

Alejandro Maciá García: “Un chorrito de miel, unos gramos de requesón dulce, algunos pedazos de nuez…¿azúcar?¿azúcar no? No se..me lo pienso y mientras añado unas gotas de anís las pongo al horno….Ring! Ring! Ring! Ring! Maldito despertador! Nunca me deja acabar el sueño y así es imposible saber que tiempo que pasar la empanadilla en el horno.”

Yolanda Corbalán: “Hace ya casi un año, el 28 de septiembre, pusimos rumbo al que sería el viaje de nuestras vidas. Nos dirigíamos a mi soñado EEUU, un país que sólo había visto en las películas. Yo sabía que algún día pisaría esas tierras, donde están todas esas estrellas que creemos tan lejanas. Íbamos alucinando. Nuestra primera parada fue San Francisco, tierra de Alcatraz y de las calles más empinadas que jamás vi. El segundo destino fue La Vegas, miles de Elvis Presleys andando por las calles del pecado. Ahí nos casamos. Segundo sueño cumplido. Y la tercera parada, para mí la mejor de todas, ya que soy una auténtica fun de las películas, Hollywood. Eso fue ya tocar el cielo con las manos. Hollywood Boulevard, Beverly Hills, el Air y por supuesto Michael Jackson, el Rey. ”

Margarita Coll Socías: “Al fin había llegado el día. La sangre hervía por mis venas y parecía que se agolpaba en mis sienes. Era nuestra primera cita y quería estar guapa. Unos instantes antes me repasé los labios con carmín, aunque también era por mantenerme ocupada durante la espera. De repente apareció. Alto, inconmensurable, altivo, valiente, bello, rostro enérgico y concentrado. Lo había soñado miles de veces, pero al verlo, toda esa sangre que pujaba por salirse de mis venas se paralizó. Era verdad, uno puede vivir unos instantes sin respiración. Me acerqué, lentamente y si ahí estaba, pétreo, marmóreo, gigantesco, estático, pero a la vez con tanto movimiento y tanta vida, que parecía mentira que hubiera salido de un bloque de mármol y o hubiera esculpido un humano. Por un instante pareció que David me miraba.”

Gina Miranda Quintero: “Era un día de verano, allá en el Ecuador, tanto hemisferio como país, en donde el verano y el invierno se confunden; cuando decidí seguir las andaduras de mis amigas. Ir a España a trabajar. Pues dicho y hecho me vine a España y empecé a trabajar aquí en Palma como cualquier persona a ganarme la vida con el sudor de mi frente como dice la Biblia y aguantando otras calamidades que el Santo Libro no predice. Pues bien, u día tormentoso de invierno, una persona me vio subiendo al autobús y dicha persona tomó el teléfono de mi madre ala que llamó y le dijo que efectivamente estaba en Palma. Pues esa persona se quedó en la parada que me había visto subir y esperó horas y horas hasta que me vio bajar del autobús y gritó ¡Gina! Era mi tía que ni ella ni yo sabíamos que estábamos en España. Corrí hacia ella y me fundí en un abrazo con un mar de llores y abrazos.”

Antoni Font Gelabert: “Empa[n]ada, [Em]palada, paladar, por efecto pinball en el Factbook. Cinco desconocidos comiendo empanadillas sobre el cofre de la moto de reparto. Un breve retorno a la adolescencia y el cerebro dando vueltas. Por qué serán tan mías estas extrañas. Dispuesto a rellenarlas de sabores de mi mar fabulo: sepia con pasas? Llampuga con pimiento? Gamba de Andratx? Dicen que el papel todo lo aguanta, la empanadilla argentina también.”

Xisca Riera Díaz: “Un día de junio estaba en casa tranquila chateando y de repente conocí un belga muy pesado insistiendo que contestara sus emails, yo estaba de playa y no tenía casi tiempo y de repente con el tiempo estábamos tan enganchados que se pasó por Mallorca a conocerme, fue encantador. Y tras dos años o más de visitas nació mi niño llamado Thomas. Lo más grande de este mundo ya tiene 3 años y medio y sigue…”

Guillermo Menaldi: “En una mesa, en un rincón oscuro de restaurante, dos empanadas (una de pollo y otra de carne) se enamoraron. Quisieron unir sus destinos, trataron de romper sus masas, sin conseguirlo, no pudieron juntarse, estaban impedidas. Luego llegó el cocinero, encendió la luz, agarró con sus manos a las dos empanadas y las tiró en el aceite caliente. Finalmente, sus carnes quedaron unidas para siempre dentro del aceite al romperse ambas masas y sus carnes mezcladas en la cacerola revueltas en un amor eterno.”

Dídac y Miquel: “Había una vez un día que parecía normal. Salimos de casa para ir a visitar a nuestra prima Clara que acababa de nacer. Estábamos en el salón de su casa y de repente mamá nos enseñó un papel que había recibido y que no entendía del todo. Lo leímos y nos dimos cuenta que era la reserva de entradas para Eurodisney, para unos días después. Le preguntamos que haríamos hasta entonces y nos dimos cuenta que además había entre los papeles unos billetes de avión para volar a París... esa misma tarde, sólo 2 horas después. Por suerte las maletas ya estaban en el coche y nos fuimos directos al aeropuerto. Esa noche dormimos en un hotel de Paris y antes de ir a la cama hasta nos dio tiempo de tomar unos crepes de chocolate que estaban muy buenos…”

Alessia Comis: “Me perdí el II Viernes Creativo porque me “casé”. ¿Me perdonaréis? Fue un día muy extraño, de muchas emociones encontradas. Nos pilló en Sant Blai con burros y gallinas. El día siguiente, en el árbol al lado del jardín de los burritos, colgaba un paquetito con dos preciosas alianzas de oro blanco. Y volvía enamorarme de mi chico, un día más.”

Jesús Reyes: “Un pequeño grupito de españoles que disfrutábamos de una beca del Ministerio de Asuntos Exteriores pudimos saborear las delicias gastronómicas de la zona, entre las que las empanadas ocupaban un lugar preferente, también aderezadas por la excelente compañía de mis compatriotas, entre quienes encontré a quien años después sería la madre de mis hijos.”

Kathina Munar: Historias para no dormir! Eso es lo que estaría pensando mi padre si cada vez que lo recuerda, ahora se ríe, pero en su momento, bien que las pasó canutas! Aconteció hace unos años, cuando mi hermano y yo éramos adolescentes…un día normal, cenar algo, ver la tele un rato y te acuestas,…hasta aquí, todo bien! Entonces, a las dos horitas, vendría mi padre de una cena de amigos y cuando estuvo frente a la puerta de casa recordó que había dejado sus llaves dentro,… por lo que no podía entrar!...se puso como loco a llamar a la puerta, timbrazos y portazos, que no se sintieron para nada..acabó durmiendo en un hotel!...si es que pudo pegar ojo, claro!”

Patricia Hernández: “Me sorprende que aun haya gente así, pasaba por la calle y el estómago apretaba cuando me acordé del delicioso sabor de Doña Greta, que quedó impregnado en mi mente el otro día que vine acá. No se por qué peculiaridad me llamó mucho la atención este pequeño local, pequeñito pero matón, y bueno, la gente tan amabilísima que allí se hallaba. Mmmm…buen vino argentino y buenísimas empanadas…y por supuesto…buenísima gente…sí señor…nunca he probado nada igual..me encantaría poder mostraros a todas/os también los encantos culinarios de mi tierra “Cádiz” pero son muchos los años que llevo aquí y casi ni me acuerdo…que pena, por eso da gusto conocer gente de distintas ciudades y lugares y cuando me pasan estas cosas no dudo en coger un Boli y agradeceros de corazón y deciros que no cambien nunca.

Juanjo Moreno: “Una tarde me senté junto a un bello árbol, le pedí peras y el árbol se enfadó, lo siento, dije, no sabía que era un olmo. Y esto es tan cierto como que el árbol habló.”

Toni Planas Teixedo: “Siempre me gustaba sentarme allí en primavera, en un espacio hermoso, lleno de pisutas florecidas. Me gustaba le primer banco, el de la izquierda, bajo la sombra de dos ficus. A media tarde, ahí estaba mi amigo, puntual, con toda parsimonia se acercaba silencioso. Atento a cualquier cosa fuera de lugar, a cualquier sonido, andaba hasta su rincón y se sentaba pesado. Mi feliz junio al gato que miraba su sombra en la pared.”

José Ignacio Ponseti: “Acabo de llegar de Roma, ciudad fascinante donde las hay. El motivo de mi segunda estancia en las siete colinas fue el cumplir el sueño de toda la vida de mi madre. La pobre tiene una edad y una dolencia en la espalda que le obliga a caminar encorvada, con muletas y soportando un gran dolor. No las tenía todas conmigo ya que la mujer apenas sale a los aledaños de su casa: súper, banco, farmacia. Y por otra parte, Roma debe de ser visitada a pie si se quiere saborear bien. El resultado…espectacular..Ha visto el Coliseo y el Vaticano, foros, pasillos y escaleras...todo sin una sola queja. Más de una persona la felicitó al ver aquella diminuta figura encorvada hacer frente a las dificultades. Yo acabé exhausto.”

Juan Serra Sánchez: “Anoche tuve un sueño. Soñé que me equivocaba. Soñé que cambiaba. Que no era verdad. Soñé que no sabía nada. Que era TV. Vosotros y ella. Soñé que mis sueños se convertían en objetivos. Y mis objetivos en realidad. Soñé que las nuevas realidades traían nuevos sueños. Soñé que me despertaba.”

Margalida Castells: "En 1996 estuve residiendo temporalmente en el norte de Argentina. Fui enviada por el Ministerio de Asuntos Exteriores de España para colaborar con un equipo de investigación de la Universidad de San Salvador de Jujuy, que estaba poniendo en marcha un museo. Allí por primera vez probé las empanadas argentinas, concretamente en un restaurante llamado Manos Jujeñas. Recuerdo perfectamente el nombre del local porque eran deliciosas, de hecho repetimos muchos domingos, y porque más de una vez estos años sentí nostalgia de ese restaurante y deseé que aquí en Palma hubiera un establecimiento así. Estoy segura que los responsables de Doña Greta sonreirán al leer esto... Pero mi historia no va de ese restaurante. En esos meses en Jujuy, el equipo de investigación organizó unas jornadas. Para la ocasión, los miembros del equipo nos planteamos preparar un servicio de bar con el que sacar fondos para el museo. Por ello, un compañero y yo pasamos una tarde entera preparando empanadas: la masa, luego el relleno, y al horno... Y mientras tanto, ibamos charlando de todo un poco. Mi compañero me comentó algo que me llamó mucho la atención: tenía el poder especial de hipnotizar a la gente. Como me sorprendí mucho al oirlo, se ofreció a demostrármelo. Para ello únicamente debía quedarme quieta enfrente de él y mirarle muy fijamente a los ojos. Así lo hice, me puse a mirar sus ojos intentando no pestañear, ni moverme, ni reirme. Él estuvo mirándome también muy fijamente, a los ojos, durante un minuto, dos... iba acercándose poco a poco mientras seguía mirando fijamente mis ojos, tres, cuatro minutos... hasta que de repente.... ¡me plantó un beso!. Para mí, esta minihistoria contiene dos conclusiones. La primera está clara: los argentinos saben hipnotizar. La segunda: a veces los sueños se hacen realidad. Gracias a Lupe y Santi, ya es posible tomar en Palma unas empanadas tan ricas como las de Manos Jujeñas... gracias, chicos, de corazón. "

Ramón Triguero: “Es la segunda vez que vengo. El día que le conté a mi mujer el tipo de cocina que hacen le gustó tanto que hoy me ha pedido que viniéramos a comprar para cenar. Le ha hecho mucha gracia ver cómo se creó Doña Greta. Le he hecho caso y he venido corriendo, ya que ella también está embarazada. Seguro que a nuestro bebé también le gustarán nuestras empanadillas.”

Anónimo: “La historia de mi vida un día sin pensar dos veces decidí salir fuera de mi país como un capricho sin saber sónde ir ni que hacer ni con quien contar. Nada, de pronto, como en un sueño, me encuentro en España. Muchas veces quería retorcer pero algo me decía que tenía que seguir sin importarme mi sufrimiento estando indocumentado, con el temor de que sea edportado y he luchado y así he podido sacar provecho de mi sufrimiento hasta que encontré a la mujer de mi vida y por esto no me arrepiento de haber emigrado y sufrido y ahora entiendo el por qué de un momento a otro decidí dejar mi país. El destino de mi vida está ahora aquí con la mujer que más adoro y sin importarme anda que se interponga en mi camino. Quiero morir a su lado pues esta es la historia de mi vida que nunca me arrepentiré. Soy el hombre más feliz de la tierra!”

José Juan Luna Más: “Al hospital siempre lo veía como un lugar de donde nunca se sacaba nada bueno: “todo el mundo siempre sale peor” decía y repetía mi abuelo, después de que le amputaran la pierna y de los abuelos siempre queda algo. El trabajo me llevó a tener que pasar largas temporadas en él y, por consiguiente, a conocer a la gente que lo habita. Fue ella quien me entró, yo soy muy tímido y no le hubiera dicho nunca nada. Ayer me di cuenta de lo absurda que es la gente, me dijo.- yo asentí con la cabeza, despreocupado y sin hacerle mucho caso. Al lado del contenedor encontré un vestido fantástico, un poco viejo pero lleno de magia. La miré, con curiosidad, sin saber como responder. Le hice dos remilgos. Le puse un par de volantes y hoy lo estrenaré. Entonces, miró al aire, pensativa. Bueno, prosiguió. Tal vez no lo estrene pero seguro que disfrutaré más de él que su antigua propietaria. Sonrió y entró en una de las consultas, nunca volví a cruzarme con ella. Eso sí, me dejó bien claro que para disfrutar basta con bien poco. Y mira que pensaba que del hospital nunca salía nada bueno!”

María Magdalena Molina: “Tengo una historia de amor. De amor infantil… de ese tipo de amor que en verano huele a jazmín. A jazmín intenso en los largos días de verano, porque así olía su patio. Y a natillas, en las largas tardes de invierno. De esas natillas que después de repartir en sus cuencos, te dejan meter el dedo en la olla, como si se tratase de una travesura infantil.Y ese amor tiene nombre, el cual fue una herencia para mí, pues no me queda más remedio que decirlo con el mismo amor…el amor que ella me enseñó. Que aun sigue oliendo a jazmín y a natillas. A mi abuela… Cómo te he querido! Cómo te recuerdo! Cuánto me has enseñado! A jazmín…a natillas…a amor!”

Irene Gutierrez Larraya: “Siempre recordaré la primera vez que cocinaste para mí. Acabábamos de llegar a casa. Ibas tan sencillo como siempre, pero tan auténtico que no podía hacer más que embobarme. Con un “siéntate y déjame a mí” te pusiste manos a la obra. Cogías los ingredientes con tanta maña que era todo un espectáculo. Te admiraba. Recuerdo que hacías una pizza, mi comida favorita. Llevabas un delantal, que acabó completamente cubierto de harina, pero para mí no existía mejor paraíso que aquél. La cocina se inundó de maravillosos olores, el mundo se había parado concediéndonos esos minutos de gloria. De ese momento ha pasado mucho tiempo, pero pase el que pase, ese recuerdo quedará en mi memoria como el mejor paraíso culinario que pueda existir.”

Oscar Murgui: “Las olas en invierno, también mojan. Para los aficionados ala fotografía, pegarse un madrugón de vez en cuando es necesario y, a veces, saludable. Ver cómo amanece un nuevo día es una de las cosas más impresionantes que un fotógrafo puede captar: la luz, el sol, una nube perdida…todo ayuda para que levantarse a las 5 am haya valido la pena. Este fue un amanecer diferente. La hora, la de siempre, el motivo, diferente. No había sol, llovía, el cielo no era azul, era gris y el canto de los pájaros eran sustituidos por las gotas de agua y los truenos. Intentábamos captar una tormenta. En Cala San Vicente, a las 8 am, hacía mucho viento y un fuerte oleaje nos obligaba a apartarnos de la orilla cada vez que se acercaba una ola. Ante la imposibilidad de hacer fotos de cerca, decidimos subir a un mirador que debe estar a unos 10 metros de alto. Unas vistas impresionantes y unas fotos increíbles, hasta que llegó “la ola”. En pleno diciembre, con un frío impresionante voy yo y me pongo a remojo. Chaqueta, jersey, pantalones y, cómo no, cámara empapada. Casualmente la cámara sobrevivió, pero una semana después no fue capaz de sobrevivir a la limpieza que yo le hice. La desmonté pensando que podría estar mojada por dentro y jamás conseguí montarla de nuevo…pobrecita!”

Joana Pires Dos Santos: “Era una noche de primavera, yo estaba en Sao Tomé y Príncipe, una isla en el oeste de África, en el Océano Atlántico. En este país, fue donde nació mi padre, quien nos invitó a mí y a mi hermano a pasar unos días allá. Lo que contaré es una de las tantas experiencias que pude vivir allá, pero esta especialmente me conmovió. Dos amigos vinieron a buscarnos para que les acompañáramos recibir a nada más y nada menos que al Primer Ministro de Portugal. Estos amigos formaban parte de una asociación cultural y tenían que cantar y bailar, mientras yo les tenía que hacer fotos. Eran las 16 hs, nuestros amigos nos dieron las cámaras a mi y a mi hermano y nos dirigimos hacia el lugar donde se iban a encontrar las diferentes asociaciones que participarían en este caluroso recibimiento con el que premiarían al Primer Ministro de Portugal a su llegada al aeropuerto. Había mucha gente, niños, jóvenes, mujeres, hombres, algunos atrevidos con trajes para la ocasión, otros descalzos y con ropas simples. Creo que éramos algo más de 100 personas. Nos pusimos en marcha, y como en este país no hay autobuses, nos fuimos colocando todos en camionetas, en la parte de atrás donde se llevan las mercancías. Divertidísimo! Pero lo mejor y lo que me quedó grabado fue cuando toda aquella gente empezó a cantar, bailar y a tocar los instrumentos de percusión y otros, simples cajones de madera que tocaban con gracia. Todos sonriendo, todos bailando, tocando y disfrutando. Mujeres, hombres, niños, todos totalmente coordinados,, nadie desentonaba, nadie perdía el ritmo. Las camionetas se movían lentamente en dirección hacíale aeropuerto, bordeando la bahía. Ya había anochecido, a mi derecha el mar, arriba las estrellas, y por todas partes, el sonido de los tambores y los cantos de aquellas gentes, en frente de mí..el chico más guapo de Sao Tomé..mágico..fueron dos horas, bueno, no se exactamente cuánto porque perdí la noción del tiempo, había perdido incluso la noción de mi propio cuerpo, me sumergí por completo en la música que retumbaba haciendo vibrar hasta lo más profundo de mi ser, conectándome con mis raíces. Me sentí en casa…Gracias Papi por este viaje….”